martes, 5 de junio de 2012

http://www.publiarq.com/libros/tc-cuadernos-no-102103-joao-alvaro-rocha-habitar-arquitectura-2002-2012/2000000590844/

Proyectar una casa es siempre una aventura con desenlace imprevisible.
Debido a que el espacio para vivir congrega inevitablemente las mismas
funciones, una casa está siempre constituida por dormitorios, salas, cuartos de
baño, cocina Un programa que ha cambiado poco a lo largo del tiempo. Esto se
debe a que los hábitos y los usos han evolucionado muy lentamente.
Pero a pesar de eso las casas son siempre diferentes. Se repiten poco, incluso
cuando su tipología, como en el siglo XIX, resulta de la aplicación de un sistema
constructivo en el que la forma y el espacio son consecuencia casi directa de una
especie de ensamblaje profundamente lógico de elementos 'prefabricados'.
En arquitectura y en el arte en general, las formas en su esencia,
independientemente de la técnica y de los medios tecnológicos, son siempre las
mismas. Lo que cambia es el modo de asociarlas o la urgencia de su combinación.
Creo que es esta la razón fundamental que lleva a que el diseño de una casa
nunca se repita, a pesar de existir arquitectos cuyas casas aparentemente
parecen ser siempre la misma, siendo Mies Van der Rohe, tal vez el ejemplo más
emblemático. Se trata solamente de, a través de sucesivos ensayos, procurar
alcanzar una especie de 'modelo ideal', un modelo espacialmente perfecto en
su relación entre la naturaleza y la artifi cialidad que caracteriza el acto de
construir - un lugar único que, por todo aquello que es capaz de evocar, sirve
simplemente de soporte a la vida del hombre.

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