jueves, 18 de abril de 2013



FACHADAS CERAMICAS NEUTRALIZAN CONTAMINACION EN MEXICO


Este edificio literalmente se “come” la contaminación del aire que lo rodea. La nueva torre de especialidades de un hospital en Ciudad de México se compone de una fachada de Prosolve370e, un nuevo tipo de cerámicas desarollado por la oficina Elegant Embellishments, cuya forma y revestimiento químico permite neutralizar las sustancias que componen el smog y no sólo una pequeña cantidad de ellos, sino el equivalente a la contaminación producida por 8.750 autos por día.

El material especializado se recubre con dióxido de titanio superfino (TiO2), una tecnología que lucha contra la contaminación al activarse con la luz diurna ambiental. Esta es la versión nano fotocatalítica de los TiO2 convencionales, comúnmente usados como pigmentos y conocidos por sus cualidades de auto-limpieza y germicida.

A través de pequeñas cantidades de humedad y luz natural UV, se logra dividir el smog en pequeñas cantidades de productos químicos menos tóxicos, incluyendo nitrato de calcio (una sal que se usa en abonos), dióxido de carbono y agua. En este proceso el dióxido de titanio en sí no se ve afectado, por lo que puede seguir generando reacciones a largo plazo.

Pero no es sólo la química la que produce estos resultados, sino que también su diseño. Las cerámicas conforman una red direccionada y específica que permite la ampliación de las superficies, aumentando su capacidad de recibir y dispersar la luz ultravioleta.

“La velocidad del viento a través de la fachada crea turbulencias, generando una mejor distribución de los contaminantes a través de las superficies activas. La omni-direccionalidad de la geometría cuasicristalina es especialmente adecuada para recoger las sustancias del aire desde todas las direcciones. Así, la forma de la red dispersa más luz y se acumulan más contaminantes, lo que genera más reacciones químicas”, comenta Allison Dring, co-fundadora de Elegant Embellishments.

martes, 16 de abril de 2013


GRUPO ESCOLAR JOSEPHINE BAKER/DOMINIQUE COULON & ASSOCIES



Este proyecto forma parte de un sutil plan de urbanismo adoptado por Bernard Paurd, en un intento por reunir las diferentes huellas que se superponen en el sitio como los diversos escritos de un palimpsesto. El esquema reorganiza el barrio a partir de la intersección en ángulo recto de dos ejes históricos, uno que viene de París, de la fuente de Saint-Michel a la Catedral de St Denis, y el otro a partir de la catedral y en dirección a la iglesia de San Lucien. En este cruce de los ejes X e Y se destaca la pavimentación de diversas huellas -ruinas de una necrópolis galo-romana- que aparecen en medio de un paisaje lleno de cicatrices urbanas.

El grupo de escuelas ocupa una parcela de forma trapezoidal arrasada por una zona no edificada correspondiente a la ubicación de uno de los dos edificios que fueron demolidos en el año 2004. Dominique Coulon se mantiene en línea con el plan y las intenciones de Bernard Paurd, pero parecen considerar esta cicatriz como sustrato para un acto de resistencia – un proceso psicológico analizado por Boris Cyrulnik que permite superar situaciones traumáticas – más que el estigma de una situación irreversible. De este modo vuelve espontáneamente a su trabajo en formas sinuosas, un tema que se repite constantemente en sus proyectos.

 La obligación de abstenerse a construir volúmenes cerrados basados en el rectángulo, que es una característica de la parcela, combinada con las restricciones en términos de densidad y altura, le ha permitido cuestionar la separación de las escuelas primarias y maternales en el plan maestro. Su propuesta, por lo tanto, esboza una organización unitaria, desplegada con habilidad virtuosa en las tres dimensiones del espacio entre dos polos unidos por un sistema de rampas.

Así, las aulas de las escuelas infantiles son empujadas hacia el este, en un piso en voladizo sobre la entrada, y las aulas de primaria ocupan áreas al oeste con vistas a jardines intersticiales. El patio de recreo de los niños mayores se funde en la zona reservada para los niños más pequeños, que contiene un comedor compartido, mientras que los espacios deportivos se han colocado en el techo del volumen siguiente, que contiene la biblioteca compartida por las dos escuelas.

A pesar de su volumetría, pliegues y la asimetría, el edificio entrega la  primera impresión de una forma cerrada con pocas aberturas. Las aulas de las escuelas primarias, superpuestas en el sitio, sólo se abren a los jardines a los lados. Aunque en el exterior la verticalidad es dominante, el aspecto horizontal es más evidente una vez que se entra al edificio. El área de ingreso es un lugar de traspaso, donde los alumnos pueden ser aislados del mundo de los adultos, para que puedan adoptar la distancia necesaria y el mejor momento para sumergirse en él a su debido tiempo.

Se prestó especial atención en los pasajes de un espacio a otro, en los umbrales: entrar en la escuela, quitándose el abrigo y colgarlo antes de pasar por la puerta de la sala de clase y sentarse delante de la profesora, riendo mientras sale de la sala de clase y gritando en el patio durante el recreo. Es así como las obras de construcción, a partir de la entrada, mantienen un sutil doble movimiento de avance y retroceso.

Esta disposición recuerda las curvas y contra-curvas de la fachada de la iglesia de St-Charles-aux-Quatre-Fontaines de 1667, de Francesco Borromini. Los corredores cambian de forma y se expanden frente a las puertas de las aulas y reciben abundante luz natural desde el cenit. Este juego de compresión y expansión, dando una sensación orgánica a la estructura de hormigón, se acentúa aún más por el uso del color naranja. Cubre el suelo y ocasionalmente se desborda en las paredes y techos.

Con demasiada frecuencia, las escuelas parecen estar diseñados como áreas para adultos reducidos a la escala de los niños. Las secuencias de las rutas de tráfico y las aulas están aquí para presenciar una relación diferente entre el cuerpo del niño y el espacio, que todavía no está totalmente mediatizado por el lenguaje. Las aulas, pasillos y patios de recreo de la escuela se estira y se rompe en torno a un cuerpo indefinido, un cuerpo en perpetua transformación, un cuerpo de sentimientos listos para ser tocados por el más mínimo rayo de sol y de percibir miles de oportunidades para jugar en la menor variación del clima.

El uso de productos naturales – tales como linóleo en los pisos, y madera para las puertas y ventanas – y la atención hasta en los más pequeños detalles contribuyen a hacer del edificio un lugar casi lujoso, un lugar aclamado con entusiasmo en su toma de posesión por una población de padres y alumnos que están dispuestos a mirar resueltamente hacia el futuro.

Arquitectos: Dominique Coulon & Associés
Ubicación: La Courneuve, Francia
Arquitectos A Cargo: Dominique Coulon, Olivier Nicollas
Arquitectos Asistentes: Sarah Brebbia, Benjamin Rocchi, Arnaud Eloudyi, Florence Haenel
Área: 6500.0 m2
Año: 2010
Fotografías: Eugeni Pons, Olivier Nicollas
Ingeniería Estructural: Philippe Clement, Cécile Plumier, Frédéric Blanc
Ingeniería Mecánica: Marc Damant, Annie Pikard
Paisajismo: Bruno Kubler

lunes, 15 de abril de 2013


REFUGIO BAJO EL CAMPO/BASARCH

Un montículo verde existente que protegía los campos abiertos del ruido de la calle, se convierte en este proyecto en un refugio para caza y un punto de observación, sustituyendo una estructura original técnicamente inadecuada. El edificio ofrece las facilidades necesarias para el desarrollo de esta actividad y se ha convertido además en un lugar de encuentro.

Los visitantes pueden pasar su tiempo aquí, no sólo observando el juego y comparando sus experiencias, sino que también pueden descansar en las habitaciones amuebladas funcionalmente. Los sonidos de la naturaleza son realzados por la melodía de la madera en la chimenea.

Los muros estructurales están hechos de bloques de hormigón armado con aislamiento revestido por gaviones de piedra. Debido a la inundación periódica de las praderas que rodean el edificio, el nivel de suelo se ha elevado unos 80 cm por sobre el terreno circundante.

La principal y única fachada se abre hacia el sol y las vistas hacia el paisaje. Las ventanas están diseñadas como grietas en medio del muro de piedra.

La estructura del techo está formada por una losa de hormigón armado, que se eleva en el salón de caza para formar un tragaluz, entregándole al interior la luz del sol que le falta. El tragaluz también permite una mayor altura de la sala. La cubierta de la terraza se sostiene por postes de troncos de roble local.

El pasillo y la cocina en la parte trasera son iluminadas por pequeños tragaluces. El techo lógicamente se convierte en parte del montículo verde existente.

Originalmente planeados de madera, los pisos fueron sustituidos por mármol. En los baños y las instalaciones técnicas, se usó un acabado de yeso. Todas las estructuras de madera incluyendo las ventanas están impregnadas con aceite ahumado.

El tiempo pasa y el edificio se transforma en una piedra en el prado que se va tapando con los pastos más altos. Los ciervos y jabalíes, una vez más corren por los campos y parece que no se han dado cuenta de su transformación parcial.



Arquitectos: BASARCH
Ubicación: Lednice na Moravě, República Checa
Arquitecto De Proyecto: Hana Bainarová
Contratista General: F K B Břeclav
Área: 230.0 m2
Año: 2010
Fotografías: Lukas Pelech, Pavel Bainar